1. Lubricantes a base de agua
Son los más comunes y versátiles. Se caracterizan por su facilidad de uso, limpieza sencilla y baja carga química, lo que los hace seguros para la mayoría de pinturas.
Ventajas:
- Son suaves y no dejan residuos.
- Se eliminan fácilmente con un paño de microfibra.
- Compatibles con la mayoría de clay bars del mercado.
2. Lubricantes a base de aceite
Proporcionan una lubricación más intensa y duradera. Son recomendables para trabajos exigentes o cuando la superficie presenta una alta concentración de contaminantes difíciles de remover.
Ventajas:
- Mayor protección contra rayones.
- Facilitan el trabajo en superficies más contaminadas.
- Excelente deslizamiento, incluso con clay bars más duras.
3. Lubricantes combinados (agua y aceite)
Estos productos ofrecen un equilibrio ideal: buena lubricación sin residuos pesados. Son una opción práctica tanto para uso profesional como doméstico.
Ventajas:
- Deslizamiento óptimo sin necesidad de enjuague excesivo.
- Menos grasos que los lubricantes 100% oleosos.
- Funcionan bien en una gran variedad de condiciones.